Tábula en latín significa mesa, y de qué mesa hablamos cuando nos centramos en este restaurante un tanto escondido.
Fui con Mariu, una amiga rola (así le dicen a los que son de Bogotá), ella un tanto desorientada por la ubicación que yo le facilitaba y sorprendida por el lugar que le mencionaba; no lo conocía. Tábula, ubicado en una calle algo empinada y angosta, es vecino de otros tantos restaurantes con puertas súper lindas, porque sí, señores, eso es lo que se ve a primera vista.
Cuando uno entra, no se imagina con lo que se va encontrar. Comencemos con el sentido del tacto, ese mediodía de Semana Santa que llegué a Tábula estaba fresco y con llovizna, al entrar al restaurante sentí que el ambiente cambiaba. Entré en calor, porque un potente horno a leña, que es el corazón del restaurante y donde todo se cocina, hace de éste un lugar acogedor.
Al llegar, notamos algo con Mariu, y afortunadamente coincidimos en ir juntas, pues éste era un lugar donde no había personas solas. Notamos que eran pocas las personas de a dos que se encontraban ahí, entre ellas nosotras. Todo lo contrario, Tábula tiene mesas grandes, para compartir, dónde reunirse entre amigos y familias, pasar lindos momentos y compartir varios platos y así hacer de este un banquete y por los que les contaré, único. Su concepto “cocina rústica y para compartir”
Ya instaladas y percibiendo el formato del restaurant nos ponemos a leer su carta. Ensaladas, carnes, acompañamientos, pollos, pescados, verduras, platos para vegetarianos y para los que disfrutan la carne y postres; era variado, había de todo y literalmente no sabes qué elegir. Todos los platos son cocidos al horno de leña, una cocción bastante lenta, pero con un resultado estupendo, digno de los dioses.
Cuando al fin nos decidimos, empezaron a llegar los platos.
De entrada optamos por unos Langostinos al papillote criollo con yuca sudada, éstos venían envueltos en papel aluminio (al papillote) y se deshacían. Era un buen comienzo pero lo que seguía se ponía aún mejor.
Continuamos con una ensalada: variedad de lechugas, tomates marinados, aguacate y crujientes de queso Paipa; los que me conocen saben lo amante que soy de las ensaladas y la combinación de estos sabores y la maridada que tenían hicieron que no fuera necesario agregar sal.
El plato fuerte, me dejó sin habla, como que no podía parar de deleitarlo. Canilla de novillo braseada; la carne se desprendía del hueso, nunca probé una carne tan tierna. Esta venia acompañada de una salsa roja para mojar la carne. A esto le agregamos un Pastel de choclo y miel, y con esto me renombro fan número 1 de Tábula; el choclo de por sí en Colombia es muy dulce, a diferencia del de mi país. Este plato era como un choclo molido, cocido y gratinado con la miel en el horno de leña. Cómo disfruté esa comida, tanto, que no pude llegar al postre
La noticia de saber que Anthony Bourdain fue uno de los tantos que visitó este lugar le daba un valor agregado a mi visita a Tábula.
Esta experiencia fue encantadora y una de mis favoritas por lo compartido. Sin duda, creo que eso hace que siempre sea un recomendado.
“Tábula da inicio a un festín, llenando de gozo las barrigas y los corazones de aquéllos que sabemos que compartir y disfrutar con los nuestros, es la única razón para vivir.”
No dejes de conocerlo, el calor que emana del horno hace que sientas este un lugar como tu casa.
Ubicación: Cll 29 bis # 5-90.Bogotá, Colombia.
Teléfono: desde Bogotá: 2877228
WEB: http://elorigendelacomida.co/
Srita. Méndez 